Si hay un navarro universal es San Francisco Javier. Lo fue incluso en su propia vida. Viajero inagotable, ejerció como emisario de otras culturas, religiones y costumbres, las cuales describió en sus cartas. Francisco de Javier se convirtió así en un personaje famoso en todo el mundo, al que se representaba en abundantes manifestaciones artísticas. Desde entonces su imagen ha sido una de las más repetidas dentro del arte religioso: está presente en el barroco, el neoclásico, el siglo XIX# Claudio Coello y El Cristo del cangrejo La exposición San Francisco Javier en las artes. El poder de la imagen reúne 86 de estas obras artísticas: 14 esculturas, 28 pinturas, 29 obras de artes menores (como relicarios) y 15 documentos y libros. Hay, entre ellas, obras de grandes pintores, como Claudio Coello (San Francisco Javier bautizando), pero también se han tenido en cuenta otros aspectos, históricos o significativos en la vida del santo. Una de las piezas estrellas es, por ejemplo, el Cristo del cangrejo, un crucifijo recuperado milagrosamente por Francisco de Javier. Al parecer éste lo perdió en una travesía en barco, arrebatado por un golpe de mar, pero, tras encallar en una playa, un cangrejo se lo devolvió portándolo en sus pinzas. La muestra está dividida en 5 grandes secciones. La primera se dedica a la figura del Francisco de Javier misionero, y en ella se repiten sus imágenes más conocidas y divulgadas: la del catequista predicando con el crucifijo en alto y la del trotamundos ataviado con cantimplora y morral. Hay otra sección que se ocupa del San Francisco de Javier patrón de Navarra. Con el permiso, eso sí, de San Fermín, pues al parecer fueron frecuentes las disputas entre los seguidores de un santo y otro. En la exposición hay cuadros que dan cuenta de ello y que reconcilian a ambos como los pacíficos copatronos de Navarra que hoy conocemos. Es el caso del curioso Muerte de San Francisco Javier y aparición de San Fermín, de autor desconocido, en el que ambos apa