Este libro no es un estudio antropológico de sociedades originarias ni la nostálgica práctica de usos y costumbres contraculturales o populares. Trata de dar cuenta de cómo se ha generado una subjetividad dócil y mansa en aquellas corporalidades disidentes desde la Edad Media hasta hoy a uno y otro lado del Atlántico. Se trata de entender cómo se ha reemplazado una espiritualidad y unas maneras de estar presentes en el mundo reduciendo, en el mismo movimiento, la participación política comunitaria a las elecciones parlamentarias y obteniendo el control voluntario y deseoso de cuerpos otrora indómitos y autónomos, hoy incapaces de llegar a un destino sin un GPS.

A lo largo de 10 capítulos, la autora plantea el arsenal a nuestra disposición para la batalla que se libra en todos los órdenes y planos, tanto tangibles como intangibles. Un nuevo armamento teórico-conceptual revisado, es decir práctico, como modo de huir, o al menos intentarlo, de este momento llamado neoliberalismo. Que sencillamente es el mundo tal cual lo conocemos, con sus mediaciones que anulan nuestras potencias.

En línea con Tiqqum, el libro busca dejar constancia de la crisis de la presencia y se dispone a rivalizar con el capitalismo en el terreno que le es más privativamente político: la magia.