El concepto de empowerment aparece en muchos ámbitos: en la empresa, la universidad, el trabajo social, la educación, el desarrollo internacional; en Francia, por ejemplo, se encuentra asociado con el de la «democracia participativa». El empoderamiento tiene un doble sentido: para mantener el poder y también para que sea capaz de adquirir un estado y un aprendizaje. Las autoras de este libro distinguen tres modelos de empoderamiento: radical, socioliberal y liberal. El empoderamiento radical «tiene sentido en una cadena que une las nociones de justicia, de redistribución, de cambio social y de poder». El movimiento feminista de la década de 1970 utiliza el término para describir la lucha contra la violencia doméstica y la violación.

De ahí la utilidad de este libro, muy didáctico, que sintetiza toda la bibliografía inglesa floreciente sobre el concepto de empoderamiento. Remonta su génesis, su historia de las muchas variantes -conservadoras o progresistas- y sus prácticas sociales que han alimentado los movimientos feministas en el Norte y Sur, de los programas del Banco Mundial y las Naciones Unidas. El concepto se utiliza en una perspectiva emancipadora radical para consolidar las visiones neoliberales y socioliberales. Con respecto a la defensa de su liberación emancipadora las autoras explican sus limitaciones, pero también su importancia para iluminar los debates contemporáneos sobre la democracia.