En la Transición española, la liberación del cuerpo y sus placeres pudo funcionar como estrategia subversiva contra el arresto totalitario de la vida sexual y moral que habían sufrido los españoles durante el franquismo. Con la instauración de la democracia y la deriva del país hacia el capitalismo tardío, el discurso libertario del eros pierde legitimidad política a medida que las lógicas del capital captan el uso despreocupado y frívolo de los placeres y los cuerpos. En los tiempos en que los cuerpos devienen mercancía y las relaciones sexuales se subsumen en las dinámicas del consumo, el eros necesita de nuevas praxis y discursos si es que quiere recuperar su fuerza antagónica. Este ensayo investiga nuevas articulaciones de eros y polis bajo las condiciones culturales y sociológicas del capitalismo tardío, desde el presupuesto de que el discurso sesentayochista o libertario del eros ya no funciona como vector de antagonismo ni sirve para la construcción de experiencias e imaginarios de comunidad. Lo hace desde las figuras y experiencias del eros que suministra la poesía española del siglo XXI, seleccionando en concreto las escrituras de una generación poética que se educa sentimentalmente a lo largo de la Transición y alcanza la madurez literaria en los nuevos tiempos del capitalismo global. Entre la Transición y la globalización, algunos autores de esta generación -Álvaro García, Aurora Luque, Juan Antonio González Iglesias, Jesús Aguado y Luisa Castro- observaron la pérdida del brillo utópico del deseo. Amaron entre los discursos libertarios del deseo y su subsunción capitalista, padeciendo en sus cuerpos y sus escrituras la urgencia de rearmar el eros como oportunidad política.