La figura y obra de Velázquez (1599-1660) despiertan interés en el ámbito internacional,
como lo prueba que sea noticia de primera plana la salida al mercado de una de sus
pinturas. Constantemente se publican estudios científicos y descubrimientos sobre él de
mayor o menor relevancia. Sin embargo, no son tantos los libros que afrontan el conjunto de
su vida y sus obras, quizá porque no es una empresa sencilla.
El libro que presenta ahora Caja Inmaculada es uno de los más extensos que se han escrito
sobre el pintor. Su autor tiene una larga trayectoria docente e investigadora a este respecto.
Desde 2001 en que se implantó la asignatura monográfica sobre Velázquez en el plan de
estudios, viene impartiéndola en su facultad madrileña. Ha pronunciado numerosas
conferencias en Europa y América, bastantes veces ante las obras velazqueñas que se
conservan en el Museo del Prado, y ha publicado una larga serie de estudios científicos con
aportaciones documentales y teóricas en torno al sevillano.
El libro destaca por su ordenada estructura en capítulos que siguen cronológicamente la vida
del artista: el periodo sevillano, el primer sexenio madrileño, la primera estancia en Italia, la
etapa central madrileña con un periodo fecundo y otro en que se redujo su actividad pictórica
–aunque fue entonces cuando viajó a Aragón y pintó en Fraga-, la segunda estancia en Italia
y los nueve años finales.
Se recogen como pintadas por Velázquez cerca de 120 obras; se estudian otras que le han
sido atribuidas y algunas copias de originales perdidos o que añaden algún conocimiento a
la obra auténtica. Cada pieza es analizada, material y técnicamente, en sus características
formales y bajo enfoque histórico, iconográfico y sociológico.