El prólogo de Atard, nos describe y pondera la obra que ahora se publica: Este libro que, para Bonfante constituye una «obra ejemplar con que no puede parangonarse ninguna otra de Derecho en Italia» -juicio acogido y explicado por Ascoli como expresivo de que ningún otro estudio ha tenido en la literatura jurídica italiana un desarrollo tan completo y armónico, reuniendo el escrúpulo en la investigación histórica, el profundo de los conceptos, y la exégesis segura y sencilla del texto a la visión general del instituto -y que Brini califica de monumento capital, de tratado el más amplio y magistral sobre servidumbres personales; prestará a los estudiosos del Derecho civil en España, que ya no lo conozcan en italiano, un doble servicio: al tiempo que les dará el conocimiento más y completo de las instituciones a que se refiere, sus variedades, y matices, les ofrecerá ejemplo vivo de un sistema de trabajo a imitar, y aun e1 sentido del derecho patrio como auxiliar poderoso de exégesis y reforma. Dije los estudiosos del Derecho civil español, y dije bien. Es obra la de Venezian que no se asimila sin vocación y paciencia.