Hoy en día casi nadie conoce quién fue y qué hizo Mariano Gómez, a pesar del importante papel que tuvo que desempeñar en la historia contemporánea española. Esta biografía reconstruye su vida con las dificultades que suponen el hecho de que la figura del protagonista carece de unas memorias, de un diario o de un archivo familiar. El autor da muestra de su tenacidad, rebuscando noticias en mil lugares y obras; y como suele ocurrir, admira a su personaje. Leer este estudio es quizá más grato que componerlo. Los datos biográficos han sido divididos en tres apartados principales que, a su vez, dan título a la obra y que se corresponden cronológicamente con las facetas profesionales más importantes de la vida de Mariano Gómez: cátedra, política y judicatura. En cada una de ellas, se incide en los aspectos más relevantes de este jurista. Académicamente, se describe su formación como catedrático de Derecho Político en la Universidad de Valencia y su nombramiento como rector al llegar la República. En política, fundó junto con Niceto Alcalá-Zamora la Derecha Liberal Republicana, con la que pretendió obtener el acta de diputado en 1931. Por último, fue nombrado magistrado de la Sala Militar o Sala Sexta del Tribunal Supremo en 1932 por Manuel Azaña. Allí juzgó a los implicados en el golpe militar del general Sanjurjo o a los sublevados en el Cuartel de la Montaña tras iniciarse la guerra civil. Pero su protagonismo no acabó ahí. Mariano Gómez puso fin a la matanza de pressos en la Cárcel Modelo de Madrid en agosto de 1936 y presidió el Alto Tribunal durante toda la contienda. Murió en Argentina en 1951.