Las andanzas de Antonio Ponz se han llegado a comparar con las del más ingenioso hidalgo de la literatura universal. Los riesgos e incomodidades que Ponz hubo de sufrir en sus periplos por una España con malos caminos y peores posadas, tienen algo de quijotesco. Pero los viajes de Ponz no fueron literarios y vinieron motivados por el anhelo de reformas. Ponz encarnó como pocos al viajero de la Ilustración, que viajó para ver, aprender y dar a conocer, movido por una infatigable curiosidad y una luminosa esperanza en el saber. Su Viaje de España es una ventana privilegiada para observar el país en un momento decisivo de su historia, pero también es un testimonio de los renovados valores y modos de existencia que supuso la Ilustración y que, más allá de cualquier matiz, transformaron el mundo.

Índice:

Abreviaturas.-Criterios de cita del Viaje de España.-Palabras iniciales.-Parte I. Un viaje para la Ilustración.-1. Del objeto y objetivos del Viaje de España de Antonio Ponz.-2. «La felicidad de los hombres».-3. Espíritu crítico y desengaño del público.-4. ¿Una obra ilustrada?.-5. Origen del Viaje: la expulsión de los jesuitas y el apoyo de los reformistas y del gobierno.-6. Instruir pero también entretener.-7. Fuentes y colaboradores. Su éxito.-Parte II. El Viaje de España y la economía.-8. «Antorcha de la economía».-9. «El alma de un estado»: la población española en el Viaje.-10. Panegírico de labradores.-11. La defensa de una nueva tecnología agraria.-12. «Los carneros (no) van a la guerra».-13. Árboles, árboles, árboles.-14. Leyes y medidas para la multiplicación de los plantíos de árboles.-.-15. Las manufacturas y la industria en el Viaje.-16. «No hay estudio que más ennoblezca que el del bien público».-Parte III. El Viaje de España y las bellas artes.-17. «Fábricas, pinturas y esculturas que no merecen estar en el olvido».-18. Antiguos y modernos ante el patrimonio artístico español.-19. Fuentes, documentos y colaboradores para la historia y la crítica del arte en el Viaje.-20. De la antigüedad al medievo. Gótico antiguo y arte árabe.-21. El gótico moderno.-22. El renacimiento de las artes. De Alonso Berruguete a Juan de He­rrera.-23. Juan de Herrera: un héroe para las artes.-24. El siglo de oro. La pintura y la escultura española en el siglo xvi.-25. De Gregorio Fernández y Murillo a la decadencia.-26. ¿Y la libertad?.-27. La «secta churrigueresca»: «la extravagancia más horrible que jamás se ha visto».-28. La restauración de las artes. Los Borbones y la fundación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.-29. Un programa de futuro para las artes.-30. El Viaje y la reforma de los templos.-31. Bellas artes e identidad nacional.-32. «Vemos las bellas artes con otros ojos».-Últimas palabras. Sobre Antonio Ponz (o epílogo).-Bibliografía.