La rebelión del general Franco y sus cómplices militares y civiles contra el Gobierno republicano legal y legítimamente constituido llevó aparejada una deliberada represión basada en el terror y en la crueldad más expeditiva. En la retaguardia, todo aquel que de una forma u otra se había significado por su apoyo o defensa de la República fue una víctima potencial de la represión. En las zonas aledañas a los frentes de batalla la situación fue aún peor, sobre todo al ir perdiendo territorio las tropas republicanas. Una vez tomada una localidad, las tropas rebeldes se dedicaban a la caza y captura de combatientes y simpatizantes republicanos, unas veces para juzgarlos, y otras simplemente para asesinarlos. A falta de éstos, se procedía a la detención y vejación de sus familiares. Este libro se enmarca en el proceso de reconstrucción de esa historia que no se contó, la que confiere al régimen de Franco su carácter de dictadura implacable con el bando perdedor Una sociedad libre de prejuicios, convencida de la buena salud de sus instituciones democráticas, no debe temer aclarar sus cuentas con el pasado. Lo han hecho, lo están haciendo, como nos recuerda el ensayo de Laura Bruno que cierra este libro, otros países que han sufrido episodios similares. El 24 de marzo de 1976, Argentina vivió un golpe de Estado perpetrado por las tres fuerzas armadas: Ejército, Marina y Aviación, contra el gobierno #democráticamente elegido#, que finaliza después de 7 años, con 30.000 desaparecidos y unos 2.000 muertos. Quedémonos con su reflexión final: #Es imposible generar algo nuevo sin repensar lo anterior#. Repensemos lo anterior, sin odio y sin rencor, sin miedo tampoco, para generar algo nuevo y, obviamente, mejor.