Las sociedades como entes jurídicos que actúan en el tráfico mercantil necesitan de una regulación exhaustiva, y fundamentalmente aquellas compañías que alcanzan una dimensión pública como son las cotizadas y que constituyen uno de los principales protagonistas de los mercados de valores. Durante años este tipo de sociedades ha sido objeto de una regulación escasa y dispersa, sometiéndose al régimen jurídico societario general. Sin embargo, la sociedad cotizada se erige hoy en día como un tipo diferenciado, dadas las peculiaridades frente a otros tipos societarios y, por lo tanto, necesita de una regulación específica. Existen diversos motivos que pueden impulsar y favorecer la decisión de salir a Bolsa, como la resolución de problemas patrimoniales, es decir, la reestructuración del patrimonio personal del empresario, proporcionar liquidez y, por lo tanto, ser una fuente de financiación para que la entidad pueda acometer proyectos de inversión, medir la valoración de la empresa en el mercado, facilitar la salida de socios en el caso de que el accionista desee liberar sus recursos, notoriedad y consolidación de la marca, diversificar el riesgo, etc. Sean cuales sean los motivos, cuando una empresa decide salir a Bolsa, y, por tanto, constituirse como sociedad cotizada, debe ser consciente de las obligaciones formales que, desde el punto de vista jurídico, está obligada a cumplir. Unos requisitos que, como veremos a lo largo del libro, suponen un compromiso y un esfuerzo, basados, fundamentalmente, en la transparencia, reflejada en la difusión de la información relativa a la empresa que sea de interés para los diferentes usuarios de la misma. A lo largo de este libro se trata por tanto, de abordar de una forma sistemática el régimen jurídico de este tipo societario, haciendo un repaso sobre su evolución histórica en España hasta la realidad actual, presidida por las normas de Buen Gobierno, con el fin de garantizar la transparencia y mejorar con ello la eficiencia de