Los años sesenta venezolanos difieren de otros países de la región latinoamericana, pues en este tiempo se consolidó una fórmula democrática que duraría hasta la victoria electoral de Hugo Chávez cuarenta años después. Pese a los alzamientos militares y la guerrilla de los primeros años inestables de democracia, hacia el final de la década los fusiles fueron reemplazados por discursos que tenían cabida en el nuevo espacio político. Este arco de auge y caída de radicalización tuvo su traducción en el panorama cultural. El presente libro ofrece una mirada crítica al quehacer cultural de los sesenta sin renunciar a la historización de un contexto de efervescencia política que problematiza la cuestión de la violencia como sello distintivo de la década. Para ello se recogen las propuestas estéticas y los distintos debates y polémicas dentro de la esfera cultural, ofreciendo al lector poco familiarizado con la historia venezolana visualizar la dinámica de un campo cultural en transformación, en el que los distintos grupos emergen, se cruzan y desintegran en pocos años. La propuesta historiográfica se nutre así de la historia de los intelectuales, las historias de vida, la sociología de la cultura, la teoría del arte y el análisis crítico del discurso.