En este volumen se pretende construir una reflexión, realizada desde diferentes ámbitos disciplinares, históricos y críticos, sobre la escultura, su papel, funciones, usos y transformaciones, en el arte contemporáneo. De este modo, bajo un vínculo común argumental, casi como una estrategia narrativa, las diferentes aportaciones van trazando una posible sucesión de secuencias que, más que una historia, arman algunas de las claves de un fenómeno en continua metamorfosis. El nexo de unión entre los distintos capítulos de esta narración es, sobre todo, una metáfora sin contenidos épicos.

La escultura, como género, ha pasado de su consideración y transformación como objeto, tanto en sus formas, lenguajes, espacios o volúmenes, de su elaboración en el tumulto del taller, en su poesía, a su disolución tanto conceptual como objetual. La escultura, así, no sólo se disuelve o se derrama en otras disciplinas y géneros, incluida la arquitectura, sino que es sustituida, en ocasiones, por lo banal, por lo fragmentario, por los derechos, por los objetos ya hechos, hasta el punto de poder afirmar que, en un momento dado, todo puede ser considerado escultura, convirtiéndonos también por todos en escultores, en artistas.