El Putsch de 1923, también conocido como «Putsch de la Cervecería», supuso para Hitler y el nacionalsocialismo el punto de arranque de su asalto al poder en Alemania. Del fracaso del golpe surgieron, curiosamente, un líder carismático y un partido que diez años más tarde controlaría el país ¿Quién era Hitler? ¿Cómo llegó hasta allí? ¿Cómo hizo esa revolución? Richard Hanser responde a estas preguntas ofreciendo en paralelo una crónica de las tres primeras décadas del siglo XX en Alemania y un retrato de Adolf Hitler a lo largo de esa época, desde su juventud entre penurias en Viena y Munich hasta su llegada a la política después de la Primera Guerra Mundial. Nos presenta a un hombre desarraigado, en busca de un destino personal, que intenta aferrarse a una ideología en la que desarrollar sus ambiciones, sus ideas, sus frustraciones. Y en esa convulsa Alemania previa a la Primera Guerra y, especialmente, en la de postguerra, sus inquietudes encontraron un magnífico caldo de cultivo. Fue una época de lucha pol ica, de movimientos radicales y minoritarios, de espartaquistas y Freikorps, de violencia, muerte y traición, pero también de explosión cultural, de vanguardias y cabarets. Fue una época de personajes complejos, contradictorios, brutales? Por las páginas de este libro transitan figuras como Rosa Luxemburg, Karl Liebknecht, Kurt Eisner, el general Ludendorff o Kapp. Éstos y muchos más convirtieron a la Alemania de la época en un escenario propio de tragedia griega. Putsch es el relato de cómo un hombre gris consigue convertirse en un líder carismático pero, al mismo tiempo, es la historia de una Alemania en crisis, derrotada en la guerra, víctima del choque de ideologías y campo de batalla entre las nuevas corrientes políticas de carácter socialista y comunista y un movimiento reaccionario liderado en la calle por la antigua cúpula militar y que tuvo como ariete a los veteranos de la Primera Guerra integrados en los Freikorps. No se puede entender el régimen nacionalsocialista sin conocer cómo se fraguó, se d sarrolló y fracasó el Putsch de 1923. Fue a partir de esta derrota cuando Hitler creció como líder político, pudo plasmar sus ideas en su libro Mein Kampf, dio consistencia a sus grupos de asalto y vio claramente cuál debía ser su camino para alcanzar el poder.