Durante demasiado tiempo las funciones de la contabilidad se han centrado en las tareas de captación y registro de la información. Es bastante reciente la corriente que reconoce como principal función de la contabilidad la comunicación de la información. Desde esta última perspectiva hay tres elementos que intervienen en el proceso: las entidades contables como emisoras de la información, el mensaje emitido, que es la información financiera, y los receptores de la información, que son los usuarios de los estados financieros. El texto que presentamos se inscribe en este contexto: a) la preparación de la información contable externa por parte de las entidades emisoras. Tarea que no es fácil, en primer lugar por la complejidad misma de la información que se suministra y en segundo por la necesidad de homogeneizarla y normalizarla, no sólo a escala nacional, sino mundial. b) La comprensión de la información por parte del receptor. El problema en este caso es que la información recibida es demasiado compleja para ser entendida, por tanto, es necesario aplicar unos métodos, dar unas pautas que permitan hacerla comprensible y útil para la toma de decisiones. Esta función sólo puede hacerse desde el conocimiento profundo de los entresijos de la contabilidad
Coord. Luis Godoy López