En el presente tomo quedan representados varios autores pertenecientes a un mismo linaje de alta alcurnia, los Manrique, aunque su obra resulta bien dispar. Destacamos a don Rodrigo Manrique, poeta muy apreciado por la corte aragonesa que adoptó formas innovadoras de los géneros menores, como el villancico y el romance. Su hermano, don Gómez Manrique, autor longevo, prolijo y de gran cultura, escribió un inmenso cancionero a modo de diario sobre los conflictos políticos castellanos y es considerado uno de los creadores del teatro castellano anterior al Renacimiento. Pero el más nombrado de la familia es Jorge Manrique, aunque no destacó ni en la política ni en la milicia como otros parientes suyos. Con su arte se ganará el título de poeta intemporal y será imitado por autores de todos los tiempos como Lope, Góngora, Gracián, los primeros renacentistas y los poetas románticos, hasta ser redescubierto en el siglo XX de la mano de Pedro Salinas. Uno de los más famosos poemas en castellano, las “Coplas a la muerte de su padre”, le otorgan un lugar de honor en la lírica española.