La obra que el lector tiene en sus manos constituye la culminación de una trilogía elaborada por el autor, cuya primera parte es Las senda de la jurisprudencia romana, y la segunda, El renacimiento medieval de la jurisprudencia romana, con las cuales ha recorrido un largo camino en el desarrollo y análisis de las fuentes del saber jurídico. Ahora, con Los sentidos y el silencio de la jurisprudencia mexicana, el autor destaca la visión primaria que tuvo para abordar las primeras expresiones de la jurisprudencia en México, resaltando la dimensión propia de la supremacía constitucional y los criterios que sobre ese mismo aspecto emanan de la propia jurisprudencia. Encontramos los sonidos de la jurisprudencia mexicana- señala Magallón Ibarra- en los aciertos que se manifiestan en su tesis y, por el contrario, sus errores- afortunadamente, la excepción -, que también ocurren. Así, la resonancia de los primeros genera entusiasmo, beneplácito y el aplauso del foro y de la academia. Los segundos se reciben, paradójicamente, con la triste elocuencia del silencio- alternativa de la nada -, que constituye pasiva señal del desconcierto y desaliento que provocan decisiones que trastocan la litis en conflicto. De ello se advierte que la jurisdicción se encuentra saturada de silencio, que en ese nivel se revela como misterio, permaneciendo oculta, particularmente como precedentes o decisiones reiterativas de criterios que subsisten callados, sin llegar al foro, que así queda privado de tan importante información.