Las reformas institucionales son un fenómeno constitucional en el que está sumida Italia desde la octava legislatura y que denota que en el cuerpo político se asume que el modelo italiano está suficiente maduro, pero que necesita una amplia revisión para asemejarse a los Estado de su contexto. Desde el punto de vista constitucional se trata de una cuestión del máximo interés en Europa, porque nos sitúa en lo polos en torno a los que se podrían definir los márgenes de actualización del constitucionalismo europeo. De ahí que las reformas institucionales sean de gran amplitud, centrándose en las revisiones constitucionales y afectando a la forma de gobierno, a las atribuciones del Presidente de la república, a las del Presidente del Consejo, a las del Gobierno, al Bicameralismo e incluso al Tribunal Constitucional y al Poder Judicial y, en suma, a la forma territorial del Estado y a la participación de Italia en al construcción europea.