Para poder comprender el funcionamiento de la Unión Europea en el siglo XXI es imprescindible conocer a fondo el proceso de integración desde sus orígenes, pues su configuración actual es tributaria de un progresivo e ininterrumpido proceso que ha ido evolucionando a partir de unos objetivos iniciales que se han ido actualizando en función de las necesidades y de los consensos políticos existentes en cada momento. Solo partiendo de un profundo conocimiento de las circunstancias que han rodeado a este proceso de integración se podrá abordar con rigor el análisis de los principales retos a los que se enfrenta la Unión Europea en un futuro próximo.
Esta obra, después de hacer un recorrido histórico por el proceso de integración, analiza de forma crítica estos grandes retos: la nueva relación de la organización con el Reino Unido, el problema migratorio, el auge de los nacionalismos y los populismos, el “déficit democrático” que en demasiadas ocasiones caracteriza el funcionamiento de las instituciones europeas o la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19, entre otros. Sin duda, el futuro de la Unión Europea dependerá en gran medida de la forma en que se afronten estos importantes retos.