La libertad de expresión es, sin duda, uno de los pilares centrales de la cultura universal de los derechos humanos en la medida en que constituye, en palabras del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, uno de los fundamentos esenciales de toda sociedad democrática y una de las condiciones básicas para su progreso y para el desarrollo de toda persona (Handyside c. Reino Unido, 7 de diciembre de 1976).
A debatir ese pilar central de la democracia se dedica este libro con una característica principal: combina de forma articulada y coherente tanto distintas disciplinas (la filosofía, el derecho penal, la criminología?) como reflexiones de diferentes ámbitos geográficos (en particular Europa y América); y tanto reflexiones académicas del más alto nivel, como experiencias de quienes han ejercido o ejercen el control de monitoreo de los estándares de derechos humanos desde organismos clave de Naciones Unidas.
Los delitos de odio, el extremismo terrorista, las minorías amenazadas, la sociedad multicultural, la cultura de la cancelación, lo políticamente correcto, o los retos de la era digital se abordan y analizan desde el punto de vista de su impacto en la libertad de expresión a la búsqueda de los límites razonables para un ejercicio cabal de la misma en tiempos particularmente convulsos.