El estudio y la enseñanza del derecho romano, continúa en casi todas las facultades de derecho, a pesar de que se ha dicho que ya no tiene sentido su enseñanza. En tiempos anteriores, los abogados debían conocer el latín para leer los textos del derecho romano, que eran guías para la interpretación del código civil. Esto ya no sucede en la actualidad, y la enseñanza del derecho romano se ha convertido en una especie de introducción al estudio del derecho civil. Con ello, la enseñanza del derecho romano ha perdido su perspectiva histórica. Y los estudiantes pierden, así, las oportunidades de entender la historicidad del derecho moderno. Este libro es un clásico cuyo estudio, devolverá a los estudiantes -también a los estudiosos- del derecho, el sentido histórico del derecho romano. En esta obra, las instituciones -las normas- romanas son estudiadas como resultado de una historia que abarca muchos siglos. De manera que el lector podrá entender el proceso de esas instituciones, desde los más remotos tiempos de que los propios ro- manos tuvieron conciencia histórica, hasta que quedaron en estado de ser adoptadas por los juristas del comienzo de la época dominada por el derecho que llamamos "moderno". El estudio de este libro devolverá al estudio del derecho romano su casi perdido sentido histórico, pero también permitiría comprender el sentido de nuestro actual derecho civil. Ediciones Coyoacán lo ofrece en esta colección, precisamente porque no es un libro de introducción al derecho civil, sino uno que contribuiría a los estudios sociales e históricos del derecho moderno. Traducción de Wenceslao Roces. Madrid, edita Revista Derecho Privado, 1928.