Exposición co-producida entre el MART. Museo d’arte moderna e contemporanea di Trento e Rovereto, Museo Picasso de Málaga y Fundació Catalunya-La Pedrera.

El Lissitzky (Potschnok, Smolensk, Rusia, 1890-Moscú, 1941), es uno de los artistas más influyentes, experimentales y controvertidos de comienzos del siglo XX. Trabajó con los Soviet y con el arte de vanguardia europeo en los años veinte y como propagandista del régimen estalinista en los treinta.

Pintor, diseñador, arquitecto y fotógrafo, una de las características más importantes de su trabajo y de su vida fue la de “cruzar los límites”. Conectó países y culturas, las disciplinas de arte y de diseño, el Este con el Oeste… Después de 1917, en el primer periodo comunista, El Lissitzky pasó largas temporadas viviendo fuera de Rusia actuando como embajador cultural de la Unión Soviética. Su propósito era tanto promover las ideas y el arte ruso en Occidente como recoger información sobre la cultura occidental.

La exposición pretende mostrar una re-visitación de la trayectoria creativa del artista a través de todos los medios de los que se valió para implementar sus ideas sobre un nuevo arte colectivo y revolucionario: pinturas, fotografías, fotomontajes, diseño e ilustración de libros, revistas y diseños arquitectónicos.

La exposición recoge la trayectoria del artista: desde sus comienzos al lado de Marc Chagall, su aportación al suprematismo con Kazemir Málevich, la invención de una manifestación propia: Proun, hasta su colaboración con el régimen estalinista, recogiendo todos los medios de los que se valió para implementar sus ideas sobre un arte colectivo y revolucionario. Este recorrido restropectivo pone de manifiesto el hilo conductor que acompaña toda su carrera artística: el énfasis en involucrar al espectador haciéndole participe como ser humano. El propósito final de la exposición es hacer una relfexión en torno a la idea de utilizar el arte como soporte de un régimen totalitario.