Este libro comienza estudiando el origen bajomedieval del Enclave de Treviño a partir de la aparición de dos corporaciones jurídicamente bien diferenciadas, una señorial y la otra supraconcejil y realenga. Mientras el Condado de Treviño era una concesión feudal, la Hermandad Alavesa acabó creando sus propios órganos de representación y gobierno. Precisamente, y ésta es la segunda línea argumental del ibro, la existencia de un régimen foral impidió que las tierras de Treviño fueran incorporadas a Álava en la definitiva provincialización del territorio español efectuada en 1833. Antes y después de esa fecha, los treviñeses han manifestado en reiteradas ocasiones su deseo de incporporarse a Álava. Especialmente en la segunda mitad del siglo XX, cuando el espectacular crecimiento de Vitoria se hace notar de manera muy directa en la comarca. Pero la politización de lo que hasta entonces era una simple vindicación administrativa a comienzos de la Transición democrática, han provocado una agria disputa entre las Diputaciones de Álva y Burgos (y, de rebote, entre el Gobierno Vasco y la Junta de Castilla y León). El análisis de ese conflicto ocupa la última parte del libro, que se cierra con un capítulo dedicado a la realidad económica y social del Enclave treviñés.