El Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas de 1989 incluye el derecho de información del accionista dentro del catálogo de los esenciales que configuran el status propio del socio de las sociedades anónimas (art. 48.2.d). Este derecho de información del art. 112 LSA (tradicionalmente denominado derecho de información "en sentido estricto"), en el que se regula la facultad de los accionistas de solicitar, bien por escrito con anterioridad a la celebración de la junta general, o bien verbalmente dentro de ésta, cuantos informes o aclaraciones consideren necesarios sobre los asuntos comprendidos en el orden del día, y el "derecho de información documental" (o derecho de información "en sentido amplio"). La presente obra está dedicada a esta segunda modalidad del derecho de información del accionista, a la que la doctrina a dedicado una atención marginal, que se ha visto extraordinariamente enriquecida como consecuencia de la promulgación de la actual LSA. Este "derecho de información documental" se caracteriza por el carácter rigurosamente imperativo de su norma reguladora que desencadena una ineludible obligación por parte de los órganos sociales de redactar y poner a disposición del accionista, al margen de toda iniciativa por su parte, determinadas informaciones documentales sujetas a parámetros de forma y contenido relativamente precisados por la Ley. En esta obra se analiza cada uno de los supuestos en los que la LSA reconoce el "derecho de información documental" al accionista, particularmente en los casos de la aprobación de las cuentas anuales de la sociedad, de las adquisiciones por ésta dentro de los dos primeros años de su constitución de bienes a título oneroso, de las modificaciones estatutarias (en particular las determinadas por el aumento o la reducción del capital social) y de la transformación, la fusión, la escisión, la disolución y la liquidación de la sociedad anónima. Igualmente se dedica una atención especial al tema de la tutela del "de