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El Buen Conde de Haro

El Buen Conde de Haro
(Don Pedro Fernández de Velasco [II]). Apuntes biográficos, testamento y codicilios

  • ISBN: 9788461333059
  • Editorial: Asociación Amigos de Medina de Pomar
  • Lugar de la edición: Burgos. España
  • Colección: "Asociación Amigos de Medina de Pomar"
  • Encuadernación: Rústica
  • Medidas: 24 cm
  • Nº Pág.: 203
  • Idiomas: Español

Papel: Rústica
12,48 €
Sin Stock. Disponible en 7/10 días.

Resumen

El Buen Conde de Haro siempre gustó de rodearse y servirse de los mejores, con preferencia por quienes eran de su familia.
Familia puede considerarse a César Alonso de Porres, descendiente de Medina de Pomar, en la cuna misma de la Casa de Velasco, y que ahora vela e instruye acerca de los valores artísticos e históricos de una de las más famosas capillas de Europa, la Capilla del Condestable, en la catedral de Burgos.
¿Haría falta decir más acerca del autor de este libro con el que se enriquece la cultura medinesa?. Don César no se integra en la familia por algún lejano entronque con Velasco, sino por Alonso de Porres.
María Alonso de Porres fue la madre de los Velasco del Valle de Mena. Este apellido está en la genealogía de quienes fueron cabeza de los Velasco. El hombre de confianza de Don Pedro era su pariente Fernán Sánchez de Velasco, señor de Berberana. Con genes Alonso de Porres.
Los Velasco del Valle de Mena, de quienes descienden la mayoría de los Velasco, pues la línea principal era escasa y zigzaguante por esa misma escasez, eran los prolíficos Señores de Ungo y de Villasana...Alonso de Porres por más señas.
Los Alonso de Porres saben de torres y señoríos. Y saben de historia de Medina de Pomar, la casa de sus parientes mayores, a quienes ayudaban y con quienes convivían. Memoria genética, y de la mejor, tiene César Alonso de Porres. Por si era poco, investigó y escribió acerca de cada una de las piedras que sostienen el testimonio monumental del linaje.
No descuidó nada. Analizó las exigencias del abolengo, sus actividades guerreras, su adhesión al ganador Enrique... la importante contribución del conde a la cultura castellana, su biblioteca, sus instituciones... y el testamento, que decidió para siempre la vida de los Velasco. Don Pedro Fernández de Velasco gustaba de mandar y mandó mucho y a largo plazo. Por ello César Alonso de Porres dedica especial atención a su testamento, libro sagrado que rigió los destinos de la casa.
El libro de César no deja ni un cabo suelto, mi una página en el aire, ni una palabra en el olvido. De Medina de Pomar a Burgos, de capilla a capilla, de episodio en episodio, con el natural fluir generacional de la familia y sus hermosas obras, se va haciendo la Castilla monumental. Nunca se les agradecerá bastante.

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