Cuando en 1981 se editó este libro, fue una auténtica primicia a nivel mundial y en cierto modo continua siéndolo. Se han editado desde entonces pequeños trabajos, casi unánimemente críticos hacia el III Reich, pero no existe una obra de la envergadura de la presente. En Alemania la editorial Grabert, debido precisamente a la aparición de la primera edición de este libro, publicó cuatro impresionantes e imprescindibles tomos dedicados a la pintura, la escultura y la arquitectura en el III Reich, con el título genérico de Kunst in Deutschland 1933-1945 (El Arte en Alemania 1933-1945) es decir, no se trataba del arte que se vinculaba ideológicamente con en el III Reich sino que el objetivo de dichos libros, se circunscribía exclusivamente a mostrar todo el arte que se desarrolló en esos años, pero no específicamente la parte de aquél que se hallaba más próxima a la ideología nacionalsocialista. Únicamente en el tema de la arquitectura esa peculiaridad no era tan notable toda vez que casi siempre que se habla de arquitectura se refieren todos los autores fundamentalmente a la de carácter oficial, cosa que no ocurre en el campo de la pintura o la escultura, pues en estos dos ramas del arte no existe casi nunca la voluntad de mostrar el arte nacionalsocialista, sino que simplemente se pretende presentar las diversas obras que se produjeron durante ese período de tiempo. Para dejar clara la importancia de esta matización, quizás la mejor manera es ser consciente de que el pintor abstracto Tapies, se desarrolló durante la época de Franco, pero a nadie se le ocurriría pensar que la obra de Tapies pueda ser considerada como una muestra del arte franquista. Por ello en el momento de preparar la primera edición de este libro, el objetivo fijado fue precisamente mostrar el tipo de arte que promocionaba el III Reich y no el que se hacía en el III Reich. Y además de ello, al incluir música, cine y artes decorativas, se ofrecía una visión completa del mundo del arte, y eso es lo