Esta nueva reedición, a pesar del contexto en el cual se viene insertando un nuevo modelo procesal al sistema de justicia penal peruano, todavía es de vital importancia por cuanto se trata de un trabajo científico que no ha perdido vigencia y que busca afirmar y consolidar conceptos jurídicos procesales propios del Código de Procedimientos Penales de 1940. Su actualidad aún está vinculada indefectiblemente con la actividad práctica pendiente de nuestro sistema de justicia penal, ya que gran parte de la labor jurisdiccional todavía es ventilada bajo los alcances del código ya indicado y algunos artículos vigentes del Código Procesal Penal de 1991.
El estudio de las instituciones jurídicas desarrolladas en la presente edición no solo persigue establecer marcos teóricos, sino adquiere plena vigencia práctica, buscando fundamentalmente ser una guía en la formación y actualización de los operadores del Derecho. El aporte a la comunidad jurídica de un material teórico como este, responde a un compromiso y a la labor de docencia que por años sigo ejerciendo, con un objetivo claro, que no es otro que aportar, tanto al debate y a su solución, argumentos que parten fundamentalmente desde los principios y directrices de un Estado de Derecho.
Podrán advertir –como en las anteriores ediciones– un análisis acucioso de cada tópico desarrollado. El texto respeta un desarrollo estructural casi universal en el desarrollo del derecho procesal penal, con sus matices propios que responde a la idea de un manejo práctico de cada tema; pero, creo que lo más importante siempre empieza por tener claro cuáles son las garantías que estructuran y soportan el sistema penal. La norma, como ya es sabido, no regula toda posibilidad de supuesto de hecho, es así que casi siempre se estará ante vacíos, conflictos e interpretaciones de la ley frente a un caso, cuyo abordamiento y solución es una exigencia ineludible para el operador de justicia, al cual aportaremos siempre desde un valor fundamental: hacer justicia.