Francisco Godia fue uno de los grandes coleccionistas españoles de la posguerra que dedicó una parte importante de su colección al arte moderno y a los artistas del siglo XX. Su caso no es una excepción: en los mismos años se formaron en Barcelona y Madrid colecciones que tienen una gran afinidad con la Colección Francisco Godia. Reúnen obras de los principales artistas del período, apuestan por nombres menos conocidos y juegan un papel relevante en la consolidación de nuevas tendencias y grupos pictóricos. Aunque algunas de estas obras se han exhibido en el marco de exposiciones monográficas dedicadas a los diferentes autores, no es nada fácil el poderlas contemplar juntas. De hecho, ésta es sólo la segunda vez que se organiza una exposición de arte español del siglo XX a partir de colecciones privadas (la primera, organizada por Maria Lluïsa Borràs en el Palau Robert, se ocupaba sólo de arte catalán). La muestra quiere ser el testimonio de una forma de hacer, sensible y apasionada, que caracterizó a los coleccionistas de la generación de Francisco Godia, y mostrar al público la importancia del coleccionismo, que en paralelo a las instituciones artísticas, los museos y la Universidad, contribuye a crear el discurso en torno al arte de nuestro tiempo.