Un sacerdote abre las puertas de un viejo archivo parroquial y decide adentrarse en sus libros y legajos sin otro pensamiento que echar un vistazo a lugares comunes y datos del todo previsibles. Pero el de Braojos de la Sierra no es un archivo más. Las orpresas saltan en cada libro y casi en cada página. Tradiciones seculares, costumbres arraigadas y perdidas hace tiempo, historias que ya nadie recordaba, se mezclan con acontecimientos más recientes en los que se descubren proyectos comunes que ilusionaron a todos, duros conflictos a lo largo de meses, momentos para la ternura, para el dolor, la tragedia y la sonrisa. Mientras nos cuenta su forma de vivir el ministerio pastoral en unos pequeños pueblos de la sierra madrileña, abre a los lectores un interesante mosaico de vida rural tejida durante siglos, reflejada y conservada en el archivo parroquial y que hoy, en muchos momentos, sigue dando vida y marcando la personalidad del lugar.