El objeto de este modesto ensayo es adentrase en una de las misiones tradicionales de la labor histórica: las causas y consecuencias. Como se ha dicho tantas veces, debe el historiador tratar de adentrarse en los acontecimientos y la vida de los personajes que historia, limpio de prejuicios, sin ideas preconcebidas y evitando aplicar a los momentos históricos sus juicios morales presentes. Desde luego el caso de Fernando VII y su relación con la masonería es paradigmático de todo lo contrario. Los estudios sobre su reinado están marcados mayoritariamente por una historiografía liberal que procuran situar al personaje en el lado más oscuro de la historia, no solo identificado como un tirano, sino sobre todo carente de moral, principios e incapaz de gobernar, extendiéndose el elenco de “virtudes” hasta las intimas cuestiones personales. Que la masonería, identificada con los liberales, fue perseguida es un hecho incuestionable, pero como es bien sabido, el estudio histórico debe comprender las causas y las consecuencias y nuevamente sin prejuicios ni presentismos. ¿Por qué Fernando VII actuó de aquella manera?, ¿cuál fue su papel? y ¿cuál el de sus consejeros?, y sobre todo como se fue conformando su voluntad hasta tomar la decisión de intentar acabar con todas las sociedades secretas, y después como fue evolucionando su pensamiento hasta ser acusado él mismo de masón por sus antiguos defensores. Solo la documentación de los archivos y en espacial del Archivo de Palacio son puede iluminar un poco al respecto. Este trabajo solo pretende encender una pequeña luz en tanta oscuridad.