Cartago fue durante la Antigüedad un polo de atracción cultural, económico, político y militar en todo el Mediterráneo. Pese a su abandono a la llegada del Islam, sus ruinas y sus mitos permanecieron en el imaginario erudito medieval y moderno como referencia de primer orden. Con el nacimiento y desarrollo de la Arqueología, cuyo camino puede aquí seguirse con especial claridad, el yacimiento se convertirá en destino repetido de expediciones científicas.