La historia de los desencuentros y frustraciones de Argentina se relaciona, en buena medida, con la incapacidad para resolver intereses contrapuestos. Entre ellos los que suelen presentarse entre el campo y la industria. Pero no existe una Argentina viable sin agro o sin fábricas. Es lo que afirma y desarrolla en la presente obra el prestigioso economista Aldo Ferrer, autor, en esta misma colección, del libro La densidad nacional. En este libro Aldo Ferrer admite que la relación entre campo e industria ha sido conflictiva en el transcurso de la historia. En la segunda mitad del siglo XIX, como es sabido, Argentina se integró al mercado mundial como gran productor y exportador de productos agropecuarios. Hoy las cosas han cambiado, también en el terreno político y, en general, hay acuerdo en establecer que esta nación resulta demasiado grande como para sustentarse en un único sector. Y que la industria y el campo cuentan con recursos humanos, talento y medios suficientes como para ser protagonistas decisivos del crecimiento deseable. Ferrer no niega las dificultades que presenta el desafío planteado. Pero defiende con buenos fundamentos la necesidad de dar este paso como un componente clave de la gobernabilidad de la economía argentina.