Mucho antes de que los Estados Unidos entraran en la Segunda Guerra Mundial, un puñado de pilotos norteamericanos se unieron a los escuadrones de combate de la RAF británica. A través de los relatos individuales, conocemos la extraordinaria vida que llevaban en las cabinas, en los escuadrones y en Inglaterra, y el heroísmo de estos pilotos, de los que solo uno sobrevivió.