Anita tiene once años y vive con su abuela Amparo, que se gana la vida hablando con los espíritus. La verdad es que habla un poco de mentirijilla, pero se lo cree tanto, que hace que los demás se lo crean más todavía. También vive con ellas su tío Enrique, un apasionado de la fotografía que piensa que algún día retratará a un OVNI. Viven en una vieja casa con un extraño ascensor y donde pasan cosas muy raras? Y es que la abuela no lo sabe, pero su bola de cristal abre una puerta al Más Allá por la que se cuelan todos los monstruos que Anita tiene que hacer regresar, y no siempre se van por las buenas. Menos mal que no está sola y siempre le ayudan sus extravagantes mascotas y los talismanes que sus padres, unos famosos arqueólogos, le dejaron en herencia. Eso, y claro está, su valor y su talento. ¿Qué más os puedo contar de Anita? ¡Ah, sí! Se me olvidaba. Anita va en silla de ruedas, pero que no pueda caminar es lo de menos? Con esta novela arranca un apasionante universo narrativo de misterio y humos para niños y niñas a partir de ocho años.