Este libro reconstruye el proceso de cristianización en Hispania entre los siglos V y VIII en relación con las aristocracias laicas y eclesiásticas y cómo se fueron modificando los significados de losedificios en conexión con las cambiantes relaciones que se produjeron entre estos personajes. Los obispos, por un lado, como representantes de la Iglesia pero también, al menos hasta el siglo VII, de los intereses de las élites hispanorromanas y los reyes, por otro lado, cabeza visible del poder político visigodo, serán, junto a las iglesias, los protagonistas de este volumen. Todos ellos con puntos de referencia externos que cambian según el momento considerado y que marcarán profundamente la historia de la península ibérica: Italia y los ostrogodos durante el control político de Teodorico, Justiniano y Oriente durante la conquista imperial, los Francos en sus momentos de expansión desde Vouillé y todavía en el siglo VII, el papado. Referencias que muestran la dimensión internacional de la historia de este período, durante el cual los contactos y las redes establecidas durante el Imperio romano continuaban activas.