o cómo los obispos usurparon el patrimonio de los pueblos
Un día, de no sabemos aún qué año, algún Tribunal Europeo, algún Gobierno sin corrupción, alguna República, algún Papa valiente, alguna Revolución laica o alguna ciudadanía verdaderamente cabreada, recuperará esos bienes públicos y comunales, y los devolverá a sus verdaderos dueños, los pueblos, que los ...