Lo que hace posible y hasta nos fuerza a que constituyamos una disciplina especial: teoría del derecho administrativo, dentro de la ciencia jurídica, es el hecho de que en la totalidad del derecho se destaca, como diferenciable, un dominio parcial, fenómeno que no tiene lugar en cualquier Estado o derecho, sino que se produce, únicamente, en un estadio determinado de la técnica y de la cultura jurídicas. La tarea es propia de una disciplina especial del derecho administrativo será, pues, ofrecernos lo específico de cada uno de los derechos administrativos y lo típico de un gran número de ordenamientos jurídico-administrativos. Lo corriente suele ser la exposición jurídico-científica de cada ordenamiento jurídico-administrativo positivo, aunque sea en forma de teoría general, mejor dicho, en forma de una parte general de este derecho administrativo concreto, y las obras de este tipo son las más conocidas. Una exposición del derecho administrativo positivo como lo que se intenta en la obra, haciendo rigurosa abstracción de cada derecho positivo en particular -cuyas instituciones hallaran acogida no pocas veces como ilustración y ejemplo de las figuras jurídicas de validez general- es un empeño no resuelto, hasta ahora, y que justifica y recompensa de sobra el ensayo. Para una teoría así entendida, la idea directriz suprema habría de ser elaborar para esa porción de la actividad estatal que designamos como administración, un derecho administrativo general paralelo al derecho político general que se refiere a todo el Estado.