Los países europeos han venido mostrado una importante evolución desde diferentes aspectos: económico, político, sociológico, etc. con el objetivo de crear una Europa unida que pudiera hacer frente a la competencia que se está produciendo. Por otro lado, la complejidad de la realidad de las economías europeas hace que sea necesario afrontar el análisis de las políticas socioeconómicas desde una visión multidisciplinar en la que el ámbito académico y el institucional puedan aunar esfuerzos. Estas políticas permiten hacer una Europa no sólo más competitiva a nivel internacional, sino compatible con un desarrollo sostenible en el tiempo y que mantenga una cohesión social. Las políticas socioeconómicas aplicadas para lograr estos objetivos son muy diversas e influyen, tanto a nivel coyuntural como estructural, en los diversos aspectos de los agentes socioeconómicos. Dada la importancia que tiene la adecuada armonización de estas políticas y los efectos que conlleva su aplicación para todos los ciudadanos europeos, cada vez es más necesario conocer cómo se establecen, cómo funcionan y qué consecuencias pueden tener en el ámbito socioeconómico.