La oportunidad de la Reforma de las Haciendas Locales (L.51/2002, de 27 de diciembre), bajo la denominada segunda descentralización, ofrece una temática muy diversificada que constituye el objeto de la obra. La historia financiera de los Entes Locales (EELL) cambia con la Desamortización (siglo XIX), episodio nacional este que encuadra claramente en una deuda histórica, nunca corregida y que siempre se soslaya. Las competencias de los EELL aumentan (educación, previsión social, seguridad, vivienda, medio ambiente, etc.) y una serie de resultados adversos se suceden (irregular vertebración territorial, absurda ordenación industrial con los consiguientes desaquilibrios mediambientales, inadecuada distribución de la renta y de la riqueza, problemática de la vivienda, etc.) a la vista, ciencia y paciencia del ciudadano. Puede que en las modernas regulaciones no falten buenas intenciones, pero no por ello dejan de estar ausentes las mejores soluciones. En reformas como éstas queda abierta la duda en torno a la osadía de los hacedores de la política, la maldición de la economía y los efectos perversos del Derecho. Una interesante pregunta es la de si cunato acontece reponde al texto constitucional o a la falta de legitimación del comportamiento del Estado y de las CCAA respecto de la actual y deficiente financiación de los EELL. Todo lo cual, que de alguna forma está presente en el contenido del libro, ha sido objeto de debate en unas Jornadas organizadas por la Universidad de Jaén con la presencia e intervención de más de 300 jóvenes universitarios (recientes encuestas indican que la juventud tiene mayor preocupación por los EELL que por el Estado y las CCAA). Sin duda es una obra controvertida cuyo contraste y operatividad están servidos.