El perro acompaña al ser humano desde tiempos inmemoriales. Algunos expertos creen que su relación con nuestra especie fue fruto de un acuerdo, no de una imposición. El perro tuvo el atrevimiento de acercarse al hombre y poner de manifiesto sus cualidades, de tal modo que impresionó al humano que vio en este animal, no solo a un compañero fiel, sino a un instrumento de caza, de trabajo y, también, de guerra.

Dócil y sumiso cuando las circunstancias y su aprendizaje lo requieren, el perro puede ser el más feroz de los enemigos en el campo de batalla. Sin otro objetivo que el de agradar a su amo, ofrece su vida si es preciso. Tenaz, firme, valiente y obstinado, no es de extrañar que el hombre viera en este animal un arma completa, un guardián celoso al que no había que convencer con promesas de riqueza, con un sueldo o con garantías de salvación eterna.

El autor de este libro, Edouard de La Barre Duparcq, escritor, historiador y militar, nos lleva detenidamente por la historia bélica de los perros, desde la antigüedad griega, egipcia y romana, pasando por celtas, conquistadores españoles y batallas del siglo XIX, aderezado todo ello con anécdotas, casos insólitos y nombres de canes que han pasado a la historia junto a sus dueños o compañeros de armas.

La obra es una de las escasas publicaciones existentes que tratan esta interesante y pintoresca materia.