Sin lugar a dudas, Ricardo Macías Picavea figura en la nómina de pensadores preocupados por el devenir de España ya antes de que se hubiera producido la pérdida de las últimas posesiones ultramarinas en 1898. El problema de España no era exclusivamente esencialista o, más bien, si existía una decadencia ontológica del país, ésta presentaba unas causas inmediatas, concretas y tangibles derivadas de la degradante situación adonde había conducido la restauración canovista. Como otros intelectuales del grupo, el santoñés tomó parte con espíritu optimista en las jornadas de la Revolución de 1868 y vio cómo sus esperanzas en la reforma del sistema se diluían hasta que el turnismo viciado acababa por desplazar a las fuerzas sociales emergentes para impedir que influyeran en la política. El sistema subsistió imponiéndose a una realidad social sometida al poder.

En este contexto de preocupación por el declive nacional ante el que solo cabía alzar la bandera de la regeneración debemos situar la serie <>, básica para comprender el pensamiento de nuestro autor antes de que la decepción sufrida en los años noventa desembocase en "El Problema Nacional". Sin lugar a dudas, estos artículos periodísticos constituyen una fuente de enorme valor no solo para entender las formulaciones políticas del republicanismo progresista del momento, sino también para comprobar cómo el alcance de la crítica sociopolítica y la voluntad regeneradora fueron previas al Desastre de 1898.