Fronteras complicadas si las hay, son las de nuestra Misiones. Sobre 1000 kilómetros de extensión, sólo 100 limitan con territorio argentino; los restantes 900 corresponden a fronteras con países vecinos. Con particular perfil geográfico, se mete como una suerte de cuña entre Paraguay y con los estados brasileños de Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul. Cabe señalar que tanto Paraguay como Rio Grande do Sul integraban el Virreynato del Río de la Plata y junto con Misiones, norte de Corrientes y una porción del norte del Uruguay, fue el ámbito de asentamiento de Reducciones Guaraníes bajo la tutela de los jesuitas. Hasta ahora la mayor parte de los investigadores centraron sus trabajos en la experiencia económica, social y religiosa que constituyó aquella recordada #República Teocrática#, cuyo final coincidió con la expulsión de los sacerdotes de la orden fundada por San Ignacio de Loyola, bien estudiada y relatada en una vasta bibliografía vinculada con la tal convulsivo capítulo de la historia sudamericana. Pero pocos se han ocupado del período que parte del retiro de los jesuitas hasta la constitución del Territorio Nacional de Misiones. De allí la trascendencia de la nueva obra de Alejandra Larguía, que escarba #y encuentra# muchos antecedentes en torno de la fundación de Posadas y asimismo destaca los cambios de dueños de lo que es provincia argentina en el transcurso del siglo XIX. Deja en claro aspectos oscuros poco abordados por los historiadores que siguieron la línea oficial, bajo el tutelaje intelectual del centralismo de Buenos Aires. El autor agrega además, datos harto importantes acerca de los cultivos de la yerba mate como asimismo sobre la constitución de las primeras empresas dedicadas a la explotación e industrialización del #Oro Verde#. Otro desafío asumido por Larguía con conocimiento de causa, traducido en este libro de amena lectura, el que seguramente será fuente de consulta de futuros investigadores que también se arriesguen a incursiona