El lector, que curioso lea esta obra, se encontrará con la grata sorpresa de adentrarse en algunos de los episodios poco conocidos de la Guerra Civil española (1936-1939), a través de trece capítulos. Milagro, sin duda, debido a la pluma de este genio de la memoria y de la narrativa que es Don Fernando Jiménez de Gregorio; cualidades, ambas, que a pesar de sus noventa y cuatro años, nos dan toques de sensibilidad, nostalgia, temores y alegrías, al tiempo que nos refresca la memoria a quines, como yo, vivimos, sentimos y padecimos aquel trágico episodio de nuestra historia. La narración, a través de la figura de un #Miliciano de la Cultura#, título militar que aseguro desconocía, adquiere un carácter ignoto para aquellos que, por desgracia, vivimos aquellos momentos. El toque cultural, que con su creación se pretendía dar al combatiente, además de curioso resulta, al menos, contradictorio con la lucha armada. Desde esta curiosa figura, el autor nos adentra paso a paso, en los recovecos de una lucha sin cuartel, donde desaparecen amigos y parientes, caen amigos y enemigos, se es pronto a conceder favores y por el contrario, merecedor de una falta consecuencia.