En estas memorias, una vez que han pasado catorce años en que Juan José Espino del Toro dejó la vida política para volver a la docencia, y ya con la perspectiva y tranquilidad necesaria que da el tiempo para ver las cosas en su justa medida; nos relata con detalle el Ingenio que se encontró en 1983, sus carencias, sus necesidades básicas, las penurias que pasaban los ingenienses de entonces. Pero también hay que resaltar que afrontó todo ello con la mochila cargada de ilusión por revertir la situación, teniendo claro lo que quería para su pueblo.
Así, poco a poco nos cuenta como, casi de la nada, se fueron poniendo los cimientos de lo que hoy día tenemos, y que vemos con naturalidad. Por eso, estas memorias demostrarán a los más jóvenes que Ingenio no ha sido como lo conocemos, y que el autor del libro fue fundamental para colocar a Ingenio en el mapa, a base de tesón y esfuerzo, tanto de él, como de los equipos que le acompañaron durante los diecinueve años en que fue Alcalde.
En vez de capítulos, el libro va desgranando aquellos hitos importantes, donde se advierte según se avanza los logros alcanzados en beneficio de la comunidad, con el objetivo puesto en el llamado estado del bienestar. Alternativamente, nos recuerda los resultados de los comicios electorales, así como da cuenta de todos los partidos políticos que concurrieron a los mismos.
No podemos obviar su paso por el Cabildo Insular de Gran Canaria, del que fue Consejero durante dieciséis años, donde dejó su impronta al frente de la Sanidad, alcanzando lo impensable, que el entonces Insalud asumiera el coste de los hospitales que hasta ese momento ahogaban la economía de la primera Institución de la isla.