La palabra poeta en lo que se refiere a Apollinaire, tiene, a pesar de todo lo que comporta, un aspecto un tanto reduccionista, en la medida en que hace referencia a libros muy conocidos como Alcoholes, mientras que la obra de Apollinaire nos aporta en su plenitud todo tipo de textos-cartas, proyectos epistolares, ensayos, relatos, estudios de teatro y de cine, crónicas, etc., donde la prosa ocupa tanto lugar como la poesía. El incomparable mérito de esta obra de Elena Fernández-Miranda es el de romper los tabús, de hacerles frente, para mostrar que una gran obra literaria en la que se aprecia el lirismo, la modernidad, el ímpetu y la música ?puede integrar datos muy secretos.

Lo que más sorprende en este libro, es que a la vez que elimina toda censura de la obra de Apollinaire, desnudándola en lo que puede tener de más íntimo e inquietante, la revela en toda su complejidad.
Este gran libro, como un sol, como un ?clarín?, nos hace volver a encontrar Apollinaire vibrante en lo más secreto de sí mismo.?