Al llegar a su Ítaca natal, Odiseo/Ulises pasó desapercibido para sus connaturales tras los años que había estado lejos de la patria combatiendo en Troya y navegando las costas mediterráneas. Mudada su apariencia, sólo fue reconocido por su perro Argos y, más adelante, por su hijo Telémaco y su esposa Penélope, quien durante su ausencia mantuvo una inquebrantable lealtad hacia su marido y señor. Prototipos todos de la fidelidad, quedaron perennes en la memoria de la cultura occidental desde las lejanas epopeyas helénicas hasta la cultura barroca.
En las comedias nuevas, autos sacramentales o zarzuelas mitológicas, en representaciones pictóricas, tratados políticos o consultas de los consejos de la Monarquía de España, conceptos tales como lealtad, fidelidad y obediencia, con sus respectivos contrapuestos, dejan entrever las dimensiones sociales y culturales de su teorización discursiva sociopolítica y de una puesta en práctica de tales presupuestos de base en un periodo histórico tan controvertido como el que conoció el surgimiento de monarquías con un definitorio carácter ejecutivo.
¿Quién es leal o traidor? ¿Por qué se llega a la mutación de fidelidades? ¿Existieron lealtades múltiples? ¿Cómo se visibiliza la obediencia? Todas estas cuestiones se analizan en el presente volumen como una parte fundamental en las dinámicas relacionales entre soberano y súbdito-vasallo. Tales vínculos políticos acabaron convirtiéndose en elementos clave para definir los arcanos antedichos en el lenguaje barroco y su practicidad histórica.