¿Qué tienen ellas para dar de comer de su mano a auténticas fieras humanas? ¿Con qué poderosa luz los deslumbran hasta hacerles olvidarse de sí mismos? ¿Cómo esos dragones son sometidos por las que parecen llevarlos atados con un lazo de sutileza? Estas páginas buscan acercarse a ese secreto, conmovedor o perturbador, aunque para ello debamos primero descubrir las condiciones que producen unos monstruos con rostro humano, mezcla de terror y poesía, lo mejor y lo peor de la civilización.

Explicar esas bizarras naturalezas en el curso de la historia y sus reflejos en la cultura, y sobre todo, el entendimiento con unas bellas que los sojuzgan es el objeto de la primera parte del libro. La segunda versa sobre las hadas, esas hadas prometidas para dar noticia de su mundo, sus cuentos, sus exploradores (los que las buscaron, y algunos encontraron) y unas genealogías ligadas, en los inicios, a lo demoníaco, por muy extraño que pueda parecernos. Su núcleo central explora el relato de "La Bella y la Bestia" con sus raíces y posteriores aventuras en el cine, principalmente la obra maestra de Jean Cocteau o la imaginativa variante de "King Kong"; ya que este libro presume de ser, sobre todo, un homenaje a las bellas y sus bestias a través de la literatura, el mundo del arte y el cine.

Este volumen compone junto a "Diosas, santas y malditas" y "Mitos de la transgresión femenina" (ambos en Almuzara) la trilogía dedicada a La Mujer Sublime: un tributo absoluto a la mujer.