Este libro descubre toda la parte de la Guerra de la Independencia que atañe a Extremadura y, sobre todo, a Badajoz; las campañas que se sucedieron; cómo los franceses sitiaron la ciudad; el día al día, gracias a partes y cartas que se cruzaban los generales.

Badajoz en la Guerra de la Independencia era una plaza fronteriza muy codiciada por ser entrada para los franceses. En el libro trato de dar a conocer que la ciudad estaba mal defendida, que era muy vulnerable. Fue un punto clave y tuvo un valor estratégico tremendo.

El libro descubre lo que nunca se ha dicho, que el verdadero héroe de los sitios fue el pueblo de Badajoz. Se portó de una manera ejemplar a todos los niveles. Ayudó con sus manos a reconstruir murallas, con sus bienes con los que se pagó a los soldados para que siguieran en las trincheras; las mujeres hacían el rancho y los llevaban a los puestos de guardias y troneras, facilitaron carros, mulas, juntaron toda la munición que había y los propios vecinos la trasladaron a la bóveda de la catedral. De todo esto no ha trascendido nada.