En plena guerra de la Independencia, un millar de valientes catalanes sorprendieron al mundo con la toma por sorpresa de una de las mayores fortalezas europeas, en poder de las fuerzas imperiales, la noche del 9 al 10 de abril de 1811. La conquista para las armas españolas del castillo de San Fernando de Figueras, símbolo y llave del control del Principado por los napoleónicos, supuso un golpe decisivo sobre el centro de gravedad francés en Cataluña. Al frente de la operación está el sacerdote gerundense, y coronel, Francisco Rovira y Sala (1769-1820), dándole el nombre con que se conoció esta acción militar. Pero para que la Rovirada tuviese el efecto deseado, necesitaba una serie de medidas adicionales desarrolladas por el mando superior. Entre ellas, la apertura de un nuevo frente con desembarco aliado en las cosas ampurdanesas.
Este trabajo es la historia, desde su planificación hasta su ejecución, de esta "Ilíada Catalana", en el año que se cumple su Segundo Centenario.