La biodiversidad, entendida como el conjunto de elementos vivos que forman la variedad natural de la tierra y que, por lo tanto, conforma su riqueza biológica, se ha convertido en el principal parámetro de evaluación medioambiental. Tanto es así que puede decirse que, en gran medida, el resto de políticas, instrumentos y acciones ambientales sobre los ecosistemas (agua, aire, tierra), tienen como testigo de su eficacia precisamente el estado ecológico de especies y de espacios naturales. Este libro pretende mostrar cuáles son los fundamentos éticos y, sobre todo, jurídicos sobre los que se sustenta esta protección, analizar cuáles son los principales instrumentos legales y administrativos que existen en nuestro ordenamiento y evaluar, por último, cómo funcionan y cuáles son sus puntos fuertes y débiles. A tal fin, se abordan en primer lugar los principios generales del Derecho ambiental y se recorre a continuación la regulación jurídica de la protección de espacios y de especies en sus distintas vertientes (instituciones e instrumentos administrativos, penales, responsabilidad, etc.). Todo ello se aborda desde la perspectiva jurídico- administrativa de la protección del patrimonio natural y la biodiversidad en la regulación internacional, de la proveniente de la Unión Europea y especialmente las normas nacionales, estatales y autonómicas. Finalmente, se dedica un capítulo a la protección internacional de los polos como reservas naturales globales.