Los nuevos modelos y procesos de trabajo que se están instaurando en el sector de la abogacía exigen una revisión de los caracteres que tradicionalmente han acompañado a la prestación de servicios jurídicos. Con este propósito, la presente monografía analiza, desde un enfoque contemporáneo, las particularidades que presenta en la actualidad el contrato de prestación de servicios jurídicos, centrando la atención en los deberes accesorios que acompañan y ensanchan la prestación principal: el deber de informar, asesorar y aconsejar, el deber de guardar secreto, el deber de custodiar y restituir los documentos entregados por el cliente y el seguimiento de las instrucciones emitidas por aquel. En esta tarea, la autora compagina a la perfección el análisis de las principales tendencias doctrinales, con la exposición de numerosos casos reales resueltos por nuestros tribunales.
Asimismo, la monografía parte de la calificación del contrato de servicios entre el cliente y el letrado como una auténtica relación de consumo, en sintonía con cierta tendencia jurisprudencial favorable a aplicar la normativa tuitiva de los consumidores y usuarios a la deficiente prestación de servicios jurídicos. El traslado de la problemática al Derecho de consumo ha generado nuevos y complejos interrogantes jurídicos, a los que la autora da respuesta, de nuevo, con referencias constantes a las resoluciones judiciales.